Downshifting: Practica la vida sencilla

Parece que el downshifting -o cómo vivir bien sin trabajar tanto- podría contribuir a mejorar el contexto social: potenciar las relaciones personales protegiendo el medio ambiente y poniendo a raya al consumismo recalcitrante que nos envuelve aunque nos resistamos.

No obstante, en momentos de crisis y desempleo masivos como el que vivimos, para la mayoría el trabajar menos equivale a  ganar menos, lo cual es inviable.

Sin caer en fundamentalismos como el de Heidemarie Schwermer, psicoterapeuta de más de 60 años, y que ha conseguido vivir sin dinero, damos a continuación algunas pautas que nos pueden servir a todos para practicar, en alguna medida, la simplicidad voluntaria o vida sencilla.

Algunos consejos que nos pueden ayudar

• Cancelar todas las tarjetas de crédito menos una, reservándola para las emergencias.
• Tener una sola cuenta bancaria y pagar siempre en efectivo.
• Llevar al día una libreta de gastos.
• Renunciar al coche o comprar uno de segunda mano.
• Usar el transporte público o compartir el vehículo
• Organizarse el trabajo en lo posible
• Dejar de fumar.
• Perder peso.
• Ir a la biblioteca para no tener que comprar, en lo posible, libros ni revistas.
• Salir de compras sólo cuando sea necesario, y comparar los precios con otras tiendas.
• Comprar ropa y muebles de segunda mano.

Que beneficios nos aporta la vida sencilla

Uno de los cambios más especiales sería disfrutar de más tiempo para dedicar a familia, amistades y ocio. Esto posibilita que se desarrollen nuestras potencialidades: habilidades de comunicación, aumento de la autoestima, relación con el entorno, tomar conciencia de lo real e importante en nuestras vidas, mayor conocimiento de nuestras necesidades...

En definitiva, el downshifting supone calidad de vida. Ahora, ¡sólo hay que empezar!

Fuente

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