Hands

divendres, 31 d’agost del 2012

María Montessori



(Chiaravalle, 1870 - Noordwjek, 1952) Pedagoga italiana que renovó la enseñanza desarrollando un particular método, conocido como método Montessori, que se aplicaría inicialmente en escuelas primarias italianas y más tarde en todo el mundo. Dirigido especialmente a niños en la etapa preescolar, se basaba en el fomento de la iniciativa y capacidad de respuesta del niño a través del uso de un material didáctico especialmente diseñado. El método proponía una gran diversificación del trabajo y la máxima libertad posible, de modo que el niño aprendiera en gran medida por sí mismo y al ritmo de sus propios descubrimientos.
Licenciada en Medicina en 1896 en la Universidad de Roma, ayudante el año siguiente en la cátedra de Psiquiatría de la misma universidad, se vio impulsada por su instinto profundo al estudio de los niños deficientes y advirtió inmediatamente que su problema, más que médico, era pedagógico. Expuso sus ideas sobre esta materia en el congreso pedagógico de 1898 de Turín. El ministro Baccelli le encargó que diera un curso a las maestras de Roma sobre la educación de los niños deficientes mentales, o "psicópatas", curso que se transformó después en una Escuela Magistral Ortofrénica, dirigida por Montessori durante dos años.
El método consistía en desarrollar la autonomía del niño, que encontraba en la "Casa" el material indispensable para el ejercicio de los sentidos, los objetos apropiados a sus aficiones y a sus proporciones físicas, y las posibilidades de aplicarse, con su trabajo personal y según su libre elección, a la solución de problemas prácticos interesantes, mediante el variado material disponible.
El principio dominante era el de dejar hacer; de vigilar para ayudar en caso de necesidad; de tener fe en el valor inmenso de una actividad libre desarrollada con vistas a finalidades concretas adoptadas por el niño, capaz de impulsar un desarrollo seguro y de desembocar, poco a poco, en descubrimientos espontáneos y conquistas según un ritmo natural y según una sucesión de "períodos sensitivos", vinculados a las aficiones particulares del niño, que era preciso saber comprender y satisfacer en el momento adecuado, para no dejar pasar la ocasión propicia sin el indispensable ejercicio.
Cada vez concentraba más su apostolado en la idea de que el niño educado con pleno respeto a su libertad y a sus infinitos recursos debía ser el educador del adulto, el regenerador de la humanidad, y que la formación del hombre según los principios predicados por ella podía y debla garantizar el triunfo de la justicia y de la paz en el mundo. El pequeño volumen Formazione dell'uomo(1949) y los tres ensayos contenidos en Educazione e pace (1949), representan, puede decirse, su testamento espiritual. En los últimos años de su vida participó de modo notable y competente en los trabajos de la U.N.E.S.C.O. y fundó el centro de estudios pedagógicos en la Universidad para extranjeros de Perusa.

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dimecres, 29 d’agost del 2012

Marcela Lagarde - Enemistad y sororidad: Hacia una nueva cultura feminista

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El feminismo constituye una cultura que, en su globalidad, es crítica de un sujeto social -las mujeres-, a la sociedad y la cultura dominantes, pero es mucho más: es afirmación intelectual, teórica y jurídica de concepciones del mundo, modificaciones de hechos, relaciones e instituciones; es aprendizaje e invención de nuevos vínculos, afectos, lenguajes y normas; se plasma en una ética y se expresa en formas de comportamiento nuevas tanto de mujeres como de hombres. Como nueva cultura, el feminismo es también movimiento político público y privado que va de la intimidad a la plaza; movimiento que se organiza, por momentos con mayor éxito, para ganar pedazos de vida social y de voluntades a su causa, y para establecer vínculos y encontrar su sitio en otros espacios de la política.

En segundo término, es preciso reconocer en la cultura feminista la diversidad de feminismos que surgen de sus distintos momentos de elaboración de acción, de sus historias y de las particularidades de las mismas mujeres que han participado en y de esta cultura vital. Definen también a los feminismos, las sociedades en que ocurren, sus formas de organización, así como la cultura política prevaleciente entre quienes la enarbolan y quienes la combaten; por cierto, el feminismo se despliega en ambientes democráticos y contribuye a crearlos.

En efecto, hoy es posible reconocer ya una cultura feminista. Es posible también distinguir en ella diversos feminismos, constituidos por las formas específicas en que se organizan el conocimiento y la sabiduría, los lenguajes, los hechos y las experiencias políticas personales y colectivas protagonizadas por las mujeres.

Nuestro feminismo se caracteriza:

a) Por ser una crítica marxista a la historia, incluso a la que han elaborado los marxistas. Y lo es, en dos sentidos: uno antinaturalista que pone en el centro el devenir de la sociedad y la cultura como creaciones sociales y analiza el surgimiento de hombres y mujeres, como productos tardíos y sofisticados en el proceso histórico. Se caracteriza este feminismo marxista, por el esfuerzo en la rehechura de la historia por las mujeres, desde su propio sitio, y devela la estadía de las mujeres en la historia misma.

b) Por ser una crítica etnológica al androcentrismo, a partir de la cual, el feminismo deviene filosofía cuyo eje recoge la diferencia (genérica, erótica, étnica, nacional, lingüística, de edad, entre otras), integra al ser mujer, y permite el análisis de sociedades y culturas genéricamente constituidas.

c) Por incorporar una crítica psicoanalítica de la cultura que considera historia sólo a la racional, a la evidente: es una concepción que devela e incorpora dimensiones psíquicas de la experiencia -como las síntesis entre lo inconsciente, lo preconsciente y la conciencia, entre lo real, lo imaginario y lo simbólico-, a la concepción de la realidad y la considera determinante en la historia.

d) A la definición clásica de lo humano, de lo cultural, por el trabajo, hemos sumado otras actividades creativas: al valor otorgado a la racionalidad, incorporamos el valor de nuestra irracionalidad; a la visión esquemática y autoritaria de la política, enfrentamos una visión de la vida toda, como política; a la separación de cuerpo y mente incorporamos la integración de dimensiones diversas en cada sujeto, que involucran el cuerpo y la mente, los afectos, las actividades intelectuales y la sexualidad erótica y procreadora: construimos sujetos multidimensionales; a la afirmación del progreso de la humanidad respondemos con la idea de la inexistencia de la humanidad debido a la enajenación de los sujetos que nos antagoniza, y a la de progreso respondemos con la demostración de que es éticamente inadecuado y teóricamente inconsistente afirmar el progreso de una humanidad que no existe, entre otros hechos, debido a la opresión patriarcal de las mujeres y a las diversas opresiones con que se combina: las opresiones de etiología clasista, étnica, nacional, religiosa, de edad, así como la no sintetizada opresión de la violencia, y las que surgen de la inminencia de la destrucción de todos por unos cuantos, o de la salvación a cambio de la obediencia.

Como estas aproximaciones a la realidad las mujeres feminizamos, de hecho, las representaciones del mundo e intentamos modificar las formas de vida. Son creaciones colectivas hechas desde el lugar que las mujeres ocupamos en el mundo y hoy son realizadas principalmente por mujeres. Sin embargo, el feminismo es un espacio abierto y se enriquece con hechos que suceden en los lugares más alejados y en los recovecos de la vida social y la cultura: los avances civiles, el desarrollo de la ciencia y la tecnología, los alcances cada vez mayores de difusión de la palabra, de la voz, de la imagen, la emancipación de otros grupos, todo ello es riqueza de la que nos hacemos cargo.

El feminismo es una voz, es palabra diferente que nombra, enuncia, devela, analiza y duda, son nuevos valores y códigos éticos, y es hedonismo cuyas raíces tienden a la síntesis vital de lo físico, de lo afectivo, de lo intelectual y de lo erótico. El feminismo sintetiza la experiencia histórica de un género en la que cuerpo y mente, cuerpo y afectos, razón y afectos, no están separados: las mujeres somos nuestros cuerpos y nuestra subjetividad.

El feminismo es, en esencia, política en acto. Es una crítica filosófica e ideológica a la cultura política autoritaria y al poder como dominio, y reivindica en acto el poder como derecho a existir, como afirmación de los sujetos por sí mismo.

Como concepción del mundo inacabada y desigual de las mujeres, el feminismo es subjetivo porque expresa sujetos particulares incrédulas de la verdad, del dogma, de la perfección y de la objetividad. Es un conjunto de concepciones con distintos niveles de integración que siempre está por ampliarse; su condición es el cambio. El feminismo incide y surge de las formas diferentes de ser mujer, en cada mujer.

De esta manera, el feminismo se perfila como alternativa a la cultura política porque, en contradicción con las teorías de la revolución, es una de esas revoluciones que en su permanente construcción - desconstrucción no estalla, no irrumpe: ocurre cotidianamente y en su devenir transforma a mujeres y hombres, a las instituciones, a las normas, a las relaciones; enfrenta y desacraliza los fundamentos de tabúes, así como los ritos y los mitos que hacen su representación simbólica.

Desde su parcialidad, el feminismo anticipa la necesaria visión sobre la condición masculina que aún no emerge de los hombres, en tanto género que no puede reivindicarse más como estereotipo de lo humano.
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dimarts, 28 d’agost del 2012

La dama del lago

Se conoce también a la Dama del lago por los nombres de Nimue, Nemue, Vivianne ó Co-vianna. Se cree que estos nombres derivan de Coventina, la diosa del agua de los antiguos celtas
La Dama del lago, vestía siempre de blanco y era una de las alumnas más aventajadas del mago Merlín, el cuál se enamoró de ella e hizo construir en una sola noche, un palacio de cristal en la isla de Avalón, Inglaterra, siendo esta la isla de la antigua sabiduría. Merlín conoció a la Dama del Lago en la fuente de Barenton, y quedó prendado de su belleza. Pronto la Dama del lago aventajó a Merlin gracias a sus enseñanzas.

Vivianne advirtió a la Dama del lago que si las paredes del palacio eran de cristal, todo el mundo la podría ver, a lo cual la Dama del lago realizó un conjuro para ocultar el castillo en las profundidades del lago.
La misión que le enconmendaron, fue guardar la espada del rey Arturo, llamada Excalibur, lo cuál ya predijo Merlín, como también predijo que debería entregar más tarde esa espada a quien fuese a salvar el mundo.
La Dama del Lago pidió a Arturo que eligiese un objeto de los cuatro que le mostró: una copa, un plato, una lanza y una espada. Arturo eligió la espada, y desde ese día, la espada simbolizó la confraternización de Camelot con Avalón. La espada tenía la propiedad de no dejar derramar ni una sola gota de sangre al portador de la misma.
Cuando Arturo fue herido de muerte, arrojó la espada al lago y fue devuelta a Ávalon de donde nunca más volvió a salir. La Dama del lago, con ayuda de otras tres hadas, rescató a Arturo y lo curó en las profundidades de Avalón, proporcionandole cobijo. Aún se cree a dia de hoy, que Arturo yace en Avalón esperando volver para devolver la gloria a Gran Bretaña. También se cree que el emplazamiento real, podría estar al lado de la iglesia-abadía de Glastonbury.
La dama del Lago educó a Morgana (ya que al principio Morgana iba a ser entregada a un convento pero Vivianne se negó) en la antigua religión, y la eligió como sucesora cuando ella muriese. La entregó a Arturo en un ritual (los fuegos de Beltane) donde ninguno de los dos se conocían, y tuvieron un hijo, Mordred.
Otras historias cuentan que la Dama del Lago era la máxima sacerdotisa de Ávalon, llamada también Vivianne, hermana de Igrainne (Madre de Arturo y Morgana), hermana de Morgause (tía de Arturo y Morgana, y madre adoptiva de Mordred), hermana de Ninie (amante de Merlín, e hija de Merlín de Bretaña).
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diumenge, 26 d’agost del 2012

Soy Feminista por Florence Thomas



Nunca he declarado la guerra a los hombres; no declaro la guerra a nadie, cambio la vida: soy feminista. No soy ni amargada ni insatisfecha: me gusta el humor, la risa, pero sé también compartir los duelos de las miles de mujeres víctimas de violencia: soy feminista.
Me gusta con locura la libertad más no el libertinaje: soy feminista. No soy pro-abortista, soy pro-opción porque conozco a las mujeres y creo en su enorme responsabilidad: soy feminista. No soy lesbiana, y si lo fuera ¿cuál sería el problema? Soy feminista. Sí, soy feminista porque no quiero morir indignada. Soy feminista y defenderé hasta donde puedo hacerlo a las mujeres, a su derecho a una vida libre de violencias.
Soy feminista porque creo que hoy día el feminismo representa uno de los últimos humanismos en esta tierra desolada y porque he apostado a un mundo mixto hecho de hombres y mujeres que no tienen la misma manera de habitar el mundo, de interpretarlo y de actuar sobre él.
Soy feminista porque me gusta provocar debates desde donde puedo hacerlo. Soy feminista para mover ideas y poner a circular conceptos; para deconstruir viejos discursos y narrativas, para desmontar mitos y estereotipos, derrumbar roles prescritos e imaginarios prestados.
Soy feminista para defender también a los sujetos inesperados y su reconocimiento como sujetos de derecho, para gays, lesbianas y transgeneristas, para ancianos y ancianas, para niños y niñas, para indígenas y negritudes y para todas las mujeres que no quieren parir un solo hijo más para la guerra.
Soy feminista y escribo para las mujeres que no tienen voces, para todas las mujeres, desde sus incontestables semejanzas y sus evidentes diferencias.
Soy feminista porque el feminismo es un movimiento que me permite pensar también en nuestras hermanas afganas, ruandesas, croatas, iraníes, que me permite pensar en las niñas africanas cuyo clítoris ha sido extirpado, en todas las mujeres que son obligadas a cubrirse de velos, en todas las mujeres del mundo maltratadas, víctimas de abusos, violadas y en todas las que han pagado con su vida esta peste mundial llamada misoginia.
Sí, soy feminista para que podamos oír otras voces, para aprender a escribir el guión humano desde la complejidad, la diversidad y la pluralidad.
Soy feminista para mover la razón e impedir que se fosilice en un discurso estéril al amor. Soy feminista para reconciliar razón y emoción y participar humildemente en la construcción de sujetos sentipensantes como los llama Eduardo Galeano.
Soy feminista y defiendo una epistemología que acepte la complejidad, las ambigüedades, las incertidumbres y la sospecha. Sé hoy que no existe verdad única, Historia con H mayúscula, ni Sujeto universal. Existen verdades, relatos y contingencias; existen, al lado de la historia oficial tradicionalmente escrita por los hombres, historias no oficiales, historias de las vidas privadas, historias de vida que nos enseñan tanto sobre la otra cara del mundo, tal vez su cara más humana.
En fin soy feminista tratando de atravesar críticamente una moral patriarcal de las exclusiones, de los exilios, de las orfandades y de las guerras, una moral que nos gobierna desde hace siglos. Trato de ser feminista en el contexto de una modernidad que cumple por fin sus promesas para todos y todas. Como dice Gilles Deleuze “siempre se escribe para dar vida, para liberarla cuando se encuentra prisionera, para trazar líneas de huida”.
Sí, trato de trazar para las mujeres de este país líneas de huida que pasen por la utopía. Porque creo que un día existirá en el mundo entero un lugar para las mujeres, para sus palabras, sus voces, sus reivindicaciones, sus desequilibrios, sus desórdenes, sus afirmaciones en cuanto seres equivalentes políticamente a los hombres y diferentes existencialmente.
Un día, no muy lejano, espero, dejaremos de atraer e inquietar a los hombres; dejaremos de escindirnos en madres o putas, en Marías o Evas, imágenes que alimentaron durante siglos los imaginarios patriarcales; habremos aprendido a realizar alianzas entre lo que representa María y lo que significa Eva.
Habremos aprendido a ser mujeres, simplemente mujeres. Ni santas, ni brujas; ni putas, ni vírgenes; ni sumisas, ni histéricas, sino mujeres, resignificando ese concepto, llenándolo de múltiples contenidos capaces de reflejar novedosas prácticas de sí que nuestra revolución nos entregó; mujeres que no necesiten más ni amos, ni maridos, sino nuevos compañeros dispuestos a intentar reconciliarse con ellas desde el reconocimiento imprescindible de la soledad y la necesidad imperiosa del amor.
Por esto repito tantas veces que ser mujer hoy es romper con los viejos modelos esperados para nosotras, es no reconocerse en lo ya pensado para nosotras, es extraviarse como lo expresaba tan bellamente esta feminista italiana Alessandra Bocchetti. Sí, no reconocerse en lo ya pensado para nosotras.
Por esto soy una extraviada, soy feminista. Y lo soy con el derecho también a equivocarme.

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divendres, 24 d’agost del 2012

El ministro que no amaba a la mujeres


 La misogínia,  es el desprecio hacia las mujeres, y que en una acepción modernizada podríamos convertir en el odio hacia su libertad, si entendemos que esa es una condición de toda persona en una sociedad democrática.
Es un odio ancestral que mantienen algunos individuos y que tiene su origen en la incapacidad de las personas para convivir con otras diferentes a ellas sin someterlas. La clave está en la capacidad de amar y respetar a los demás desde la libertad, probablemente una de las tareas más difíciles a la que nos enfrentamos en nuestra vida, algo que mucha gente no aprende nunca, porque finalmente es más fácil someter la voluntad que negociar cada día la convivencia.
Esto es así en la vida, privada y pública, como lo es en la política.
Decía el teólogo Juan José Tamayo, en un artículo publicado en El País, que el Ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, "es el encargado de llevar a la práctica la política patriarcal del Partido Popular", y, una vez más, hacia referencia al "ministro que no quería a las mujeres", tal como han hecho opiniones y comentarios aparecidos durante los últimos tiempos en diversos medios de comunicación al referirse al ministro a partir de su ya célebre concepto de "violencia estructural".
Efectivamente, en todas sus declaraciones encontramos elementos cargados tanto de misoginia tradicional, al despreciar la capacidad de las mujeres para decidir sobre su propia vida, como del concepto patriarcal de las sociedad, puesto que es él quien se erige en defensor y conocedor de lo que realmente quieren y desean las mujeres españolas.
Todo esto tiene mucho que ver con la vivencia del amor en lo privado y en lo público en la sociedad democrática moderna. Frente a la idea tradicional del patriarcado que sitúa la relación pública y privada entre las personas en un contexto de subordinación, el reconocimiento de la ciudadanía reclama la convivencia en igualdad. Como las personas maduras y libres, nuestra sociedad estaba evolucionando hacia este modelo de convivencia en igualdad, y en esto llegó al Gobierno el Partido Popular, y su ministro.
Empezó acudiendo a un tema claramente sensible: la violencia de género. Tras años de lucha de las mujeres y las instituciones, el Ministro pretende convencernos de que la violencia real es aquella que nos impide cumplir con nuestra verdadera esencia, que no es otra que el hecho de ser madres, nuestro destino y el escenario donde encontramos el motivo de nuestra existencia. Podríamos alegar que lo hizo sin ningún respeto, pero es bastante peor, lo hizo desde su posición ideológica, que incluye entender a las mujeres como ciudadanas de segunda categoría cuyo destino se puede determinar fuera del ámbito de sus propias decisiones. Aunque pretenda disfrazarlo de modernidad en un intento ofensivo de utilizar un lenguaje procedente del feminismo, su discurso está en la tradición de la desigualdad y la sumisión de las mujeres, puesto que la mayor violencia hacia cualquier ciudadano, sea cual sea su sexo, es eliminar su derecho a decidir.
El ministro, como la inmensa mayoría de los españoles, sabe que muchas mujeres quieren ser madres y no pueden, porque no tienen trabajo, vivienda o recursos para mantener una criatura, y se aprovecha de esta realidad tan dolorosa para imponer su ideología, que como todas las ideologías tradicionalistas y conservadoras, incluyen la imposición de un forma de vida hacia las mujeres donde está incluido ser madres pero no ciudadanas.
Y esta propuesta la hace el Partido Popular mientras recorta derechos laborales a las personas, que dificultan la vida profesional de las mujeres y con ello sus posibilidades de tener una familia,mientras elimina la Ley de promoción de la autonomía y atención a la dependencia, la financiación a las escuelas infantiles o las prestaciones de apoyo a las familias. Mientras expulsa del sistema educativo la educación en igualdad. Su mensaje para nosotras está claro, hemos ido demasiado lejos y ahora nos toca volver a casa, y las decisiones sobre nuestra vida las tomarán quienes tengan la capacidad de decidir.
Al fin y al cabo el debate sobre la interrupción voluntaria del embarazo, es el debate entre quienes creemos en la capacidad de las mujeres a decidir sobre su maternidad y su forma de vida en el ejercicio de una ciudadanía plena, y quienes siguen creyendo que tenemos un destino que trasciende a los derechos ciudadanos, que justifica el trato sumiso y desigual.
Una compañera en Twitter me preguntaba qué podíamos hacer con mensajes como el que cité al comienzo, que llenan las redes de sexismo y misoginia. Sinceramente, creo que sigue siendo imprescindible avanzar en educación, sensibilización, concienciación.... en todo aquello que contribuya a evitar que alguien piense que "dar una guantá" a una mujer está entre las conductas posibles y a su alcance, en definitiva trabajemos desde el Gobierno, las instituciones y las organizaciones, para que las relaciones entre las personas se produzcan en igualdad en lo privado y en lo público, y para ello es imprescindible "amar" a las mujeres, es decir, respetar su derecho a decidir y su ciudadanía plena.

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dijous, 23 d’agost del 2012

"Dije que no al matrimonio, los hijos y el marujeo"

GEMMA TRAMULLAS
A sus 70 años, era la alumna de más edad en su curso de la Biciescola del Bicicleta Club de Catalunya.xtraordinaria historia en búsqueda de la libertad. 
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«Vaig dir que 'no' al matrimoni, als fills i al 'marujeo'»_MEDIA_3
JOAN PUIG

Edició Impresa

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Informació publicada en lapágina 72 de la secció deContraportada de l'edició impresa del dia 04 de juliol de 2012
VEURE ARXIU (.PDF)
-¿Por què le dio por hacer bici a estas alturas de la vida?

-Tenía la frustración de la bici desde la infancia y no quería morirme sin probarlo.  Cuando por fin me vi pedaleando sentí lo mismoque a los 5 años cuando me di cuenta de que podía leer. Aprender es como tromper una cadena, es una sensación que no creía que pudiera volver a experimentar  a los 70 .

-¿Qué siente cuando va en bici ?

-(...) Es como volar, como fundirte con el paisaje. Esta sensación de libertad y y haber conseguido una cosa de la que no me creía capaz me han enganchado a la bici. 


-¿ Después de los 70 años continua buscando la libertad?

-Yo he hecho lo que he querido y no he dejado que me pusieran cadenas o siempre he perseguido la libertad,

-¿A qué cadenas se refiere?

-En mi época lo que más esclavizaba a una mujer era montar una familia i, por eso, dije que no al matrimonio, a los hijos y al marujeo.


-¿Cuándo se dio cuenta de que no quería esta vida para usted?

- A los 7 años. Era la pequeña de 3 hermanas y, aunque éramos de una familia republicana y avanzada, nuestra educación era muy victoriana. Un día llegó de visita una parienta de Argentina, Nuria Seras, hija del   fundador del Casal Català de Buenos Aires. Viajaba sola y hablaba  de política iy me descubrió que ser una mujer no era únicamente casarse, parir y quedarse en casa haciendo la comida..

-Un descubrimiento precoz en una España oscura y atrasada.
-Cuando cumplí 17 años mi mejor amigo me regaló El segundo sexo,  de Simone de Beauvoir, unro prohibido que se convirtió en mi Bíblia y que me salvó en más de un sentido.
-¿Más allà de lo intelectual?

-Es sólo una anécdota: Un día salí a pasear con una amiga por la noche. A finales de los  50 estaba mal visto que las mujeres salieran solas a aquella empezó a meterse con nosotras. Como que no llevaba nada más, empecé a pegarle con el libro. La tapa quedó destrozada.

-La Beauvoir estaría orgullosa.
-Yo era muy inquieta, quería estudiar i en   Barcelona  todo estaba  muerto, así que a los 23 años me fui a París a estudiar  Psicología.
-¿Encontró en París las respuestas a sus inquietudes?

-Allí me sentía como pez en el agua. Vivía en el barrio latino y al poco tiempo de llegar estalló el "Mayo del 68". Estábamos convencidos que cambiaríamos el mundo. Tenía una pareja de Costa de Ivori y cuando veníamos a Barcelona a visitar a mis padres me insultaban por la calle, me decían puta por ir con un negro.  

-En los años 70, había un gran abismo entre París y España.

- Tuve la oportunidad de estudiar en la  universidad experimental de Vincennes que8 surgió al "Mayo del 68" y allí había un movimiento feminista superradical que quería destruir el patriarcado, acabar co las jerarquías y los roles tradicionales de mujeres. Estube en contacto con el Grupo de Lesbianas Feministas y durante 10 años tuve una pareja que era mujer. Alquello fue más  difícil de aceptar por mi entorno que salir con un hombre negro.

-¿Qué le queda del  "Mayo del 68"?

-Mucha tristeza, decepción, una gran sensación de fracaso por el mundo que dejaremos a los jóvenes.Es cierto que se consiguieron progresos como el aborto y la contracepción, pero no se pudo cambiar la sociedad y el poder  volvió a recuperar prácticamente todo lo que había perdidot. Fue uno de los motivos que me hizo huir de la ciudad de París en instalarme en un pueblecito del Pirineo francés, donde he vivido hasta hace pocos años, cuando volví a Barcelona para cuidar de mi madre.(...) 

-Me había olvidado del tema de la bicicleta. ¿Hay  alguna altra cosa que tenga  ganas de hacer?

-Siempre tengo  prisa por hacer cosas y ahora ara que estoy  en el  último  tramo de la vida,todavía más. Ahora me toca aprender a ir en cayac, que es la  Ara em toca aprendre a anar en caiac,  bicicleta del mar.

Decenas de universidades iraníes dejarán de impartir estudios a mujeres


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Un total de 36 universidades iraníes han anunciado que las mujeres no podrán acudir a un total de 77 carreras que se imparten en estos centros al haber considerado que algunos estudios deben ser de "un solo género", y por tanto, exclusivos de los hombres.

Esta prohibición se produce años después de que las mujeres hayan superado a los hombres en matriculaciones en la universidad. Según el diario británico 'The Daily Telegraph', en el último año los aprobados de las mujeres en los exámenes de ingreso a la universidad superaron tres a dos a los de los hombres.
Las élites religiosas de Irán han comenzado a preocuparse debido al aumento del nivel de educación de las mujeres, que estaría detrás de la caída en el número de nacimientos y matrimonios.
Las nuevas normas del Gobierno iraní impiden que las mujeres puedan acceder a ciertas carreras como filología inglesa, traducción de inglés, gestión de hoteles, arqueología, física nuclear, ingeniería informática, ingeniería eléctrica o industrial y administración de empresas.
La Universidad para la Industria Petrolera ha informado de que no aceptará a ninguna mujer ante la falta de demanda por parte de las empresas, que no reclaman a mujeres para ocupar los puestos de trabajo que ofertan.
La Universidad de Isfahan ha utilizado el mismo argumento y ha señalado que no aceptará a ninguna mujer en ingeniería de caminos porque el 98 por ciento de las licenciadas acaba desempleada.
La Nobel de la Paz iraní Shirin Ebadi ha escrito una carta al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, y a la Alta Comisionada de Derechos Humanos, Navi Pillay, en la que asegura que el régimen iraní intenta reducir la presencia de mujeres en las universidades por debajo del 50 por ciento desde el 65 que se encuentra en la actualidad para poder reducir el movimiento feminista.
Ebadi, una abogada iraní que reside en Reino unido, ha señalado que Teherán pretende devolver a las mujeres al "ámbito privado, ya que no puede tolerar su presencia en la escena pública". "El objetivo es que las mujeres acaben por no reclamar sus propios derechos", ha indicado.
Varios parlamentarios iraníes han criticado la medida, aunque el ministro de Educación Universitaria iraní, Kamran Daneshjoo, ha señalado que el 90 por ciento de las carreras siguen estando disponible para las mujeres.
Autor: Europa Press
Fuente: Europa Press

dimecres, 22 d’agost del 2012

Igualdad, Objetivo del Milenio lejano de cumplir


El género se refiere a los roles que se asignan a las personas por el hecho de ser hombres o mujeres y esos roles son resultado, principalmente, de un proceso social y cultural.


Los hombres y las mujeres tenemos capacidades semejantes cuya diferencia primordial es simplemente física. Sin embargo, muchas veces, a través de las expectativas que la sociedad tiene para nosotros, se abren o cierran oportunidades de desarrollo.

La equidad de género se refiere a la distribución de derechos y obligaciones, sin que haya limitaciones por el simple hecho de pertenecer a uno u otro género.

Sustentar los derechos y obligaciones independientemente del género y respetar las diferencia individuales, sería lo más justo y equitativo, en lugar de asignar roles con base en el sexo.

Sin embargo, las tradiciones influyen en la forma de educar tanto a unos como a otras, que dan por resultado inequidad y violencia, que han crecido hasta convertirse en un fenómeno universal y un problema de salud pública, que han dado como resultado grandes desigualdades entre ambos en relación al ejercicio de sus derechos.

Para combatir esto y construir una igualdad, se requiere de una conciencia y compromiso de todas y todos. La igualdad de género se logra cuando hombres y mujeres tienen el mismo poder para construir la sociedad; cuando ambos tienen los mismos derechos y responsabilidades en todos los aspectos de la vida.

Como resultado de la aprobación y adopción de diversos instrumentos internacionales para eliminar la desigualdad existente y discriminación por razones de género, se aprobó la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, que tiene por objeto regular y garantizar la igualdad, además de proponer los mecanismos institucionales hacia el cumplimiento de ésta en los ámbitos públicos y privados.

Asimismo, este instrumento jurídico busca sentar las bases para el diseño de una política nacional en materia de igualdad entre los géneros, donde las instituciones de la administración pública lleven a cabo acciones para alcanzarla.

No obstante el gran trabajo realizado, y a que esta meta esté contemplada dentro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, en la realidad es sumamente difícil, por no decir imposible, que se alcance para el año 2015, a pesar de los avances, el esfuerzo y la labor que día a día realizan hombres y mujeres por conseguir acortar la brecha que separa a ambos géneros.

Aunque conseguirlo lleve más tiempo que el establecido por la ONU, es seguro que siempre habrá mujeres que continúen trabajando en lograr acuerdos y leyes que permitan concientizar a la sociedad de que la igualdad beneficia a todos por igual.

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dimarts, 21 d’agost del 2012

“Alguien tendrá que ayudar a las sirias”


Un tractor atraviesa el camino que lleva a Tel Rifat, a unos 40 kilómetros de Alepo. Al volante, una mujer corpulenta ataviada con un pañuelo y ropas coloridas. Aupadas en el tractor, otras dos mujeres hacen compañía. Se dirigen a trompicones hacia una tierra vasta sacudida por un sol de justicia. Son la excepción a la vista de un mundo, el sirio, masculino, machista, conservador y poco amigo de abrirse a la participación femenina de puertas afuera. Y la revolución no ha lo cambiado. “Así son las reglas”, afirma Omar, un joven de 21 años, natural de El Bab y recién llegado de la batalla de Alepo. “Dejamos participar a las mujeres, pueden manifestarse custodiadas por hombres”, explica en un inglés exquisito. Pero lo cierto es que las protestas son cosa del pasado. “También hay activistas y mujeres mayores que cocinan para los rebeldes”, continúa Omar. Y algunas lo hacen en los alrededores de Alepo.
Precisamente de la capital comercial siria están huyendo cientos de ciudadanos acosados por los bombardeos. “Las mujeres necesitan ayuda, sobre todo las más pobres”, afirma una profesora de árabe, natural de Alepo, bajo condición de anonimato. “Hay muchas mujeres que viven con problemas psicológicos por miedo a sus maridos; cuando acabe la guerra, alguien tendrá que ayudar a las sirias”. La revolución no ha hecho más que acentuar la invisibilidad que persigue a las mujeres. “Hay muchos hombres”, continúa esta profesora, “que salen a manifestarse a diario, pero sus esposas se quedan en casa”. Con o sin manifestaciones, Siria es así. “Y así fue siempre”, insiste esta siria. “Se piensa que combatir es de hombres”.
No solo es sorpresa toparse con una mujer en lo que los rebeldes llaman la Siria “liberada”. También lo es para ellos que alguien pregunte dónde están. La respuesta es unánime: Primero, no están; y, segundo, son tiempos de guerra. “Ellas no son tan fuertes”, señala Said, de 27 años, natural de Latakia. “Imagina si hubiera que huir o correr”, prosigue. “Además, las mujeres temen que en caso de ser apresadas sufran una violación”.
En la retaguardia, tampoco hay rastro de mujeres. Los rebeldes cuentan con hospitales de campaña secretos. En el interior de uno de ellos, al norte de Alepo, cinco rebeldes yacen con heridas de bala y metralla. Tampoco hay aquí mujeres en el equipo médico. Como no las hay en el centro de aprovisionamiento situado cerca de Azaz. Zacaria Ghrer, activista de 45 años, zanja la cuestión: “Estuvieron en las protestas pacíficas, pero no tienen papel en la lucha armada; aunque ahora hay activistas y alguna que otra que ayuda a pasar armas”. Son de nuevo la excepción.

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dilluns, 20 d’agost del 2012

Los hombres y las mujeres usan el lenguaje de un modo diferente

competitividad-mujeres
Según la lingüísta norteamericana Deborah Tannen,las chicas tienden a hablar largo y tendido sobre un mismo tema, mientras que los chicos saltan de un tema a otro, y son capaces abordar más de cincuenta temas diferentes en el tiempo que sus compañeras dedican a uno solo. Por otro lado, Tannen distingue entre conversaciones afectivas, que ponen énfasis en mostrar similitudes y compartir experiencias, más frecuentes entre mujeres, y las conversaciones informativas, centradas en contar historias y propias del género masculino.


Por su parte, la lingüista Lunette Hirschman ha observado que las mujeres emiten frecuentemente sonidos mientras les hablan (“mmm”, “ajá”, “sí”). Sin embargo, los hombres suelen escuchar en silencio. Las mujeres pueden interpretar ese silencio como falta de atención. Y ellos perciben que sus compañeras no se callan porque están impacientes mientras les escuchan.

Existen otras diferencias en la forma de usar el lenguaje más anecdóticas. Por ejemplo, las féminas suelen iniciar conversaciones con “oye” o “¿sabes qué?” para asegurar la atención de su interlocutor, utilizan más que los hombres los diminutivos y las fórmulas indirectas ("¿qué tal si fuéramos pasando?" en vez de "nos vamos"), y echan mano de términos más precisos en el terreno emocional y sensorial, como los nombres de los colores. En cambio, el registro escatológico está reservado casi exclusivamente al género masculino.
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diumenge, 19 d’agost del 2012

“Damas negras”: las mujeres se hacen más fuertes en el género policial


La novela negra, con sus detectives al acecho en los rincones y sus cigarrillos colgando de comisuras cínicas, es un coto reservado a los hombres. Si las mujeres existen, es como víctimas: cuerpos heridos de bala o apuñalados y en general hallados en estado de desnudez por nuestro protagonista o femmes fatales, abriéndose camino en la trama a fuerza de traiciones y zapatos con punta.
Ahora, todo eso está cambiando. Desde las autoras estadounidenses Megan Abbott, Gillian Flynn y Christa Faust a las británicas Cathi Unsworth, Dreda Say Mitchell y Joolz Denby, una nueva generación de escritoras de policiales se está haciendo un lugar las calles peligrosas de la novela negra.
Y con ese cambio llega una versión diferente de los tropos más respetados del policial negro. Estas autoras dan voz a las mujeres que suelen habitar las zonas marginales de la novela negra, colocando en el centro de la escena a pandilleras y estrellas porno y permitiéndoles no ser las víctimas sino las (anti)heroínas de sus relatos.
Y además no tienen miedo de abordar el peor lado del comportamiento femenino.
Dare Me (algo así como “Desafíenme”) de Abbot sigue a un grupo de porristas despreciables y arruinadas mientras compiten en el deporte y entre sí, en tanto las chicas perdidas de las impactantes novelas negras del Medio Oeste de Flynn, como Dark Places(“Lugares oscuros”) entre otras, a veces mienten y a menudo hacen trampa, causándose daño a sí mismas y a los que tienen más cerca.
Por su parte, la última novela de Unsworth, Weirdo (“Raro”) es tanto un policial negro ambientado en el este de Inglaterra en los años 80 y el presente como un estudio descarnado de los horrores de la amistad adolescente. “Las chicas pueden hacerse terribles maldades, pueden ser sumamente manipuladoras y astutas”, dice Unsworth. Sostiene que el caso de Sophie Lancaster, la estudiante a quien mataron a golpes por ser gótica, “realmente me afectó”. “Hay una gran presión para que nadie se destaque, y yo quiero centrarme en eso, ver por qué las adolescentes tienen esa necesidad de que una chica sea la reina y las demás las damas de compañía…” Unsworth, a quien el autor David Peace llamó la “Reina de la novela negra”, se alegra de que más mujeres se dediquen a contar historias policiales oscuras –“Creo que es importante que haya voces femeninas, que se oiga ese lado de la historia”. Pero cree que su país está en desventaja respecto de Estados Unidos: “Autoras como Megan y Christa pueden escribir lo que quieran, pero no estoy segura de que las cosas sean así en Gran Bretaña”, señala. “Las escritoras de policiales todavía están encasilladas. Decididamente, hay más presión para que las mujeres creen un personaje como los de las series, fundamentalmente que escriban literatura policial tradicional. Las editoriales a menudo dicen que al público masculino no le gusta que las mujeres escriban novela negra, aunque yo he visto que no es así.”
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dissabte, 18 d’agost del 2012

Amos de casa desesperados


Cada vez más hombres se quedan a cargo de la casa mientras que la mujer trabaja fuera de ella. El fenómeno “houseband“, un juego de palabras en inglés para denominar a los amos de casa, sucede en todo el planeta, aunque por motivos muy diferentes, como pueden ser los avances sociales, la crisis económica o, en menor medida, la llegada del matrimonio gay. Algunos estudios indican que este cambio de roles favorece la vida sexual de los matrimonios.


Por un lado, la mayor equidad entre hombre y mujer se ha hecho notar en la mayor proliferación de este modelo de familia en los países escandinavos, más propensos a este tipo de avances sociales. Por otro, la inestabilidad financiera deja a las familias sin capacidad de elegir el rol de cada uno de sus miembros así que el hombre asume la responsabilidad del hogar aún sin quererlo, como ocurrió en la Argentina del “corralito“. Si nos centramos en el caso español, parece haber muchas más similitudes con la opción latina que con la europea.



La socióloga Fátima Arranz, coordinadora del Master Igualdad de Género en las Ciencias Sociales de la Universidad Complutense de Madrid, es escéptica a la hora de admitir que el fenómeno “houseband“ ha llegado a nuestro país. Considera que “el hecho de queahora haya varones en el hogar porque están desempleados, que hagan tareas domésticas, si es que las llegan a hacer, no significa que sean amos de casa“, asevera a S Moda. Y es que Arranz cree que el ser ama o amo de casa es aún a día de hoy en nuestro país “una condición, que no una profesión, socialmente muy devaluada“.



“Es más, también a muchas mujeres, por no decir la mayoría, que constan como amas de casa y que les produce mucha frustración el que se las denomine así“, continúa la socióloga. Uno de los problemas que ve para que esta figura se instaure en España es la dificultad para que “muchos varones elijan depender económica y afectivamente de otra persona“.

En ese aspecto, Argentina lleva una década de ventaja a España. Cuando hace diez años el país latinoamericano afrontaba las consecuencias financieras que provocó “el corralito“ afloró la figura del amo de casa. Ahora, en 2012, los argentinos han tenido tiempo más que suficiente para asumir un cambio social que llegó en realidad por imposición económica. Pero eso no significa que los hombres estuvieran preparados para ello, y por eso se creó en Buenos Aires la Liga de Amos de Casa. Su  intención era la de eliminar todo posible sentido denigrante al término y, de paso, formar a la nueva generación en tareas que hasta ese momento jamás había afrontado a ese nivel.


En 2008 un estudio del Council of Contemporary Families de Estados Unidos apuntaba a que la vida sexual de los matrimonios mejora cuando es el hombre el amo de casa. Las mujeres casadas con hombres a cargo del hogar se sienten satisfechas con su vida en pareja, lo que se refleja en la cama. Uno de los responsables de este análisis, Scott Coltrane (profesor de la Universidad de Oregón), dice a S Moda que la relación entre el aumento de “housebands“ y la economía está relacionado. Aunque si bien es cierto que la necesidad de dinero pueda ser la razón inicial para que se dé ese cambio de papeles, “una vez que eso ocurre, cuantas más familias dependen de los ingresos económicos maternos, la sociedad cambia con más rapidez su modo de ver los roles masculino y femenino“.



A juzgar por las conclusiones de Coltrane, los países anglosajones tampoco han vivido este cambio con naturalidad. Un buen ejemplo es siempre el idioma. Ante la falta de equivalente masculino para el término en inglés de ama de casa (“housewife“), se suele denominar a los hombres que desempeñan esta tarea  “male housewives“ o “housebands“ -la contracción entre las palabras casa y marido-.



En la ficción ya empiezan a aparecer referentes que ilustran el fenómeno “houseband“. En los primeros capítulos de “Mujeres desesperadas“ Tom Scavo, el marido de Lynette (Felicity Huffman), decide quedarse trabajando en casa por el bien profesional de su esposa, a pesar de que ambos comparten una carrera como publicistas. La situación da lugar a muchos conflictos y alimenta varias de las tramas de la pareja en la serie y, a pesar del fracaso inicial, se repite más adelante cuando él se queda sin empleo.

Fuente

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