Haz lo que digo y no lo que hago. Ese parece ser el mensaje enviado por los líderes europeos en el único acuerdo que salió de la última cumbre de la Unión Europea.
Pese a las repetidas llamadas a la igualdad entre hombres y mujeres en la cúspide del poder político y empresarial, que Bruselas hace regularmente, los jefes de Gobierno de los 27 aprobaron en la noche del jueves el nombramiento de Yves Mersch para el Consejo Ejecutivo del Banco Central Europeo. Con él, son 22 los hombres que dirigen la máxima institución monetaria, considerada clave en la resolución y salida de la crisis.
El Consejo Ejecutivo del BCE, presidido por Mario Draghi, es el verdadero núcleo duro que controla el día a día de la institución y toma las decisiones que no pasan por el Consejo de Gobierno, el foro donde se sientan también los 17 gobernadores de los bancos centrales de cada país. A la espera del sucesor de Mersch, que hasta ahora era el gobernador del Banco de Luxemburgo, en los dos máximos instrumentos de poder monetario en Europa sólo se sientan hombres.
El Consejo Ejecutivo donde se sentará Mersch es la autoridad que, durante la negociación de cualquier rescate de la eurozona, envía técnicos a los países. Junto con los del FMI y la Comisión Europea, son conocidos como "los hombres de negro".
RECHAZO DEL PARLAMENTO EUROPEO
El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, criticó la decisión, asegurando que "no es un buen paso". Ignora a los diputados, que en un voto no vinculante rechazaron a Mersch como protesta por la ausencia de mujeres en la cúpula del poder financiero europeo.
El mes pasado, 325 eurodiputados rechazaron el nombramiento, apoyado por otros 300. En palabras de Sharon Bowles, una de las pocas mujeres con un cargo público europeo visible (es presidenta de la comisión de Economía de la Eurocámara), se opusieron ante la perspectiva de que el órgano "más poderoso de la UE sea dirigido sólo por hombres en los próximos seis años".
Salvo imprevistos, será en 2018 cuando se renueve el Consejo Ejecutivo, con la salida obligatoria del vicepresidente del BCE, Vitor Constancio. "Hoy, los líderes han enviado una clara señal de cuál es su idea de un proceso democrático: Una herramienta que se mantiene sobre la forma pero que se desecha cuando las verdades son inconvenientes", aseguró el jueves Bowles. Siendo la Eurocámara la única institución que eligen los ciudadanos en las urnas, Mersch "no tiene un mandato democrático" al contar con el rechazo de los diputados, según ella.
ANTES HABÍA MÁS
Un repaso a la historia del BCE muestra además no sólo un mal paso, como dice el presidente de la Eurocámara, sino un paso atrás. Desde que se creó en 1998, la finlandesa Sirkka Haemaelaeinen y la austríaca Gertrude Tumpel-Gugerell han ocupado el puesto al que ahora accede Mersch.
Sólo un país votó en contra de la decisión adoptada por la cumbre: España. Aunque en su oposición el Gobierno haya acompañado a la Eurocámara, no se produjo por la defensa de la igualdad. Mariano Rajoy, que bloqueó el nombramiento rápido de Mersch, se opuso también en la noche del jueves al considerar que ese puesto correspondía a España en tanto que cuarta economía del euro. No en vano, Mersch ocupará la silla de José Manuel González Páramo, cuyo mandato improrrogable finalizó hace meses. Su veto ya era legalmente irrelevante. Además, Rajoy no presentó ningún candidato alternativo.
MEDIDAS EN FAVOR DE LA IGUALDAD
El BCE jamás aprobaría el examen de la vicepresidenta de la Comisión Europea y titular de Justicia y Derechos Fundamentales, Viviane Reding, que hace tan solo unos días presentó una recomendación para lograr que en 2020 en las grandes empresas europeas haya un 40% de mujeres. A decir verdad, tampoco ella pasó el examen de los 27 Gobiernos, que rechazaron de plano su idea inicial de convertir la cuota en obligatoria so pena de sanción.
En el exclusivo club de jefes de Gobierno de la UE sólo hay tres mujeres: la canciller alemana, Angela Merkel, la primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmidt, y la presidenta lituana, Dalia Grybauskaitė. Las tres asistieron a la cumbre de este jueves y viernes, inmortalizada en la siguiente foto de familia, donde fueron fotografiados otros altos cargos europeos (todos hombres).
En la Comisión Europea, la institución que propone leyes y vela por su cumplimiento, la proporción es mayor. De los 27 comisarios, 7 son mujeres, aunque ninguna ostenta un puesto de gran poder económico.
En cuanto al Parlamento Europeo, alrededor de un tercio de sus 754 miembros son mujeres. Tanto el Parlamento Europeo, como la Comisión, o el Consejo, las tres instituciones europeas más importantes, están lideradas por hombres. Tampoco hay mujeres al mando del Fondo Europeo de Estabilización Financiera (que gestiona los rescates), el Comité de las Regiones, el Eurogrupo o el Banco Europeo de Inversiones.
¿Qué te parece si te suscribes al blog? Recibirás gratuitamente las novedades en tu correo y podrás darte de baja cuando quieras. Lo puedes hacer desde el apartado "Seguidors" que encontrarás en el margen superior derecho del blog
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada